viernes, 13 de febrero de 2009


EL BIZCO ARBOGE





























Las hazañas de un bandolero
Escritas por José Antonio Ponce Fernández
Cuaderno 2 1Euro

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CAPITULO I

sábado, 31 de enero de 2009


EL BIZCO ARBOGE



Las aventuras de un bandolero
Escritas por José Antonio Ponce Fernández
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Cuaderno 1 1Euro





LOS BANDOLEROS DE LA AXARQUIA
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CAPITULO PRIMERO

Introducción

Antes de comenzar esta serie de relatos sobre el bandolero más popular de Málaga, bien cabria hacer algunas reflexiones de un fenómeno tan Andaluz, que llega a nuestros días a trabes de la lectura, el cine y sobre todo por la trascripción oral de nuestros abuelos y antepasados.

El bandolerismo surge especialmente en Andalucía en el periodo comprendido entre la guerra de la independencia y las postrimerías de este mismo siglo XIX, es en estos años donde surgen, los “Siete niños de Exija”, “José Mª el Tempranillo” “Curro Jiménez” o la partida de “el Bizco de Arboge”.
Y es en Andalucía tierra de sol y injusticias la región que los acoge, sobre todo el eje: Málaga, Córdoba, Sevilla.
Y fue el ambiente de injusticia Social, el que influyo de manera positiva en el auge del bandolerismo, en Andalucía.
Él filosofo Carlos Marx, convino en ello con esta frase “el ambiente es quien forma en el hombre la conciencia”, los terratenientes Andaluces usaban la tierra para

Esclavizar, menospreciar y explotar a unos infelices, a los que mantenían en la miseria y en la ignorancia.

De ahí nacieron muchas vocaciones bandoleras, al gañan, al bracero y al jornalero se les negaba la tierra, la justicia, el trato humano y hasta el derecho a vivir.

Por eso bajo la aparente sumisión, alentaba la rebeldía, impulsada por el amor o la venganza, unas veces ajenas y otras ligadas a ellas, esa rebeldía encarnaba abiertamente al bandido.
Podemos concluir que para muchos en aquellos momentos el bandolero era “la voz rebelde del campesinado Andaluz”.

La información que nos ha llegado de los bandoleros es muy dispar según la fuente, por ejemplo del Bizco escribe el Coronel de la Guardia Civil Osuna Pineda, que era un depravado, cruel y asesino, sin embargo el Hispanista y novelista Héctor France, habla de el como bandido generoso, que solo roba a los ricos, apuesto galán que tiene mucho éxito con las mujeres y sobre todo valiente y arriesgado, quizás ni lo uno ni lo otro.
Lo que sí es una realidad es que la cultura popular y los vecinos de El Borge lo han definido siempre como bandolero valiente, y generoso, y son numerosas las historias y leyendas que los mayores cuentan de las hazañas del bizco y su partida.
Incluso la famosa serie de televisión “Curro Jiménez” fue inspirada en algunos aspectos de la partida del Bizco,
Pues este grupo se mantuvo durante muchos años con solo tres componentes, y fue real que uno de sus miembros, Manuel Melgares se le conocía por el estudiante ya que tenia cierta cultura, por haber sido instruido de niño, por el cura de su pueblo.

Hoy en día, el turismo rural ha sabido aprovechar el tirón popular de estos personajes, al igual que lo han hecho durante muchos años los Norteamericanos con el Wester, son numerosos los hoteles, restaurante, rutas turísticas y museos dedicados al fenómeno y la historia del bandolerismo.
El Borge no podía ser menos y hoy en día, le dedica el nombre de “Posada del Bandolero” a la casa natal del Bizco del Borge, convertido en un bonito Hotel.









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CAPITULO II

Nacimiento de un Bandolero

Era el amanecer del día 2 de septiembre de 1837.
En una estrecha calleja, junto al arrollo que atraviesa el pueblo de El Borge, se abrió la puerta de una casa humilde, para que entrara la matrona y asistiera a un
Parto, la casa esta cerca de la Iglesia Mudéjar, en cuya torre, de bastante elevación una campana tocaba á misa de alba.
En septiembre amanece temprano.
Eran las siete de la mañana.
En la puerta de la casa estaba un hombre como de 40 años. El hombre era alto, cenceño, esbelto, gallardo, de apariencia brava, pero de expresión benévola y como pudiera decirse, honrada.
Estaba en toda la fuerza de su vida y su semblante moreno, estaba curtido por la rudeza del trabajo agotador de los que arrancan el terruño, en las laderas de los montes acuchillados de la Axarquía.
Vestía con chaqueta y calzones de pana, faja encarnada de lana y alpargatas bastante usadas.
Llevaba en la cabeza un sombreo de palma, muy usado por los campesinos para taparse del fuerte sol del verano.
Este individuo buen mozo en toda la extensión de la palabra.
Se llamaba Lucas Muñoz.
Este hombre junto a otros familiares comienzan a ayudar al alumbramiento de un niño que llevaría por nombre Luis.
La mujer que se dispone a dar a luz, se llama Antonia García, esta mujer estaba en toda la fuerza de su juventud, de su vida, de su hermosura, que era excepcional.

Podían atribuírsele, sin exageración veinticuatro años, aunque ya contaba con treinta y cinco.
Era ligeramente morena, casi blanca.
Tenia los cabellos opulentos, negrísimos, sedosos, ensortijados, peinados para arriba, indolentemente caídos
en una magnifica castaña sobre la espalda mórbida, que cubría, como sus redondos hombros y su alto seno, un pañuelo se seda, color de fuego ya bastante usado como su justillo de mangas estrechas de pana negra con botones de
Filigrana en las mangas que cuando nuevos habrían parecido oro.
Pero con el uso habían revelado que eran de cobre.
Su Zagalejo corto de indiana azul, floreado de rosas, con tres faralaes ó volantes y cortos hasta media pierna, tampoco era nuevo.
No-tenia sobre sí esta mujer nada de valor, mas que unos ligeros zarcillos árabes, de forma circular, con tres pequeñas perlitas en cada uno, y una sutil cadenita con una pequeña cruz.
Esta criatura, que á primera vista imponía su irresistible atractivo, daría a luz en unos minutos a Luis Muñoz García Al que en toda Andalucía conocerían por el apodo de “El bizco Arboge” en parte por su estrabismo visual y por haber nacido en El borge, aunque en aquella época, y aun hoy mucha gente, al nombrar el pueblo pronuncian “arboge” en un desvío fonético derivado de la etimología del nombre árabe, Al-Borg.
Nace pues Luis Muñoz García en El Borge, pueblo que por aquel entonces cuenta con una población de 500 vecinos, que viven sobre todo del cultivo de las viñas para la transformación en pasas.
Este pueblo, esta enclavado en la Axarquía Malagueña, y esta rodeado de montañas, su origen histórico parece ser árabe.
El carácter rebelde e independiente de sus pobladores lo ponen de manifiesto varios acontecimientos históricos: En los años siguientes a la conquista cristiana, fue un pueblo que se resistió duramente a las imposiciones de los conquistadores.
Así cuando se produjo el levantamiento morisco se destacó como foco de rebeldía, yendo incluso algunos de sus pobladores a abanderar la rebelión en pueblos vecinos y ayudando en la huida a las Alpujarras Granadinas. Esta situación duro hasta que él corregidor de Vélez, Álvaro de Zuazo, tomo El Borge.
La expulsión de los moriscos supuso el abandono del pueblo y su posterior repoblación con gentes del interior.
En el siglo XIX dos nuevos acontecimientos revelan el carácter rebelde de los habitantes de El Borge, por un lado
La lucha contra la invasión de las tropas Napoleónicas en la guerra de la independencia y años mas tarde el nacimiento del que seria sin lugar a dudas, el bandolero más popular de Málaga.
Desde muy joven Luis destaca entre los demás niños por su fortaleza física, que tenía proporciones extraordinarias y su estatura era bastante desarrollada para su edad.

Nació bizco por este motivo llevaría el apodo, durante toda su vida, a pesar de este defecto su puntería era muy buena, lo mismo con carabina que con pistola.

Esta cualidad es del conocimiento de los más; sobre todo de quienes han de enfrentarse con él. Les consta que para disparar en un tiempo mínimo, para apuntar, la persona hacia la que dirigiera el disparo, seria cadáver.

Aun hoy se puede observar el pequeño agujero que tiene la veleta de la Iglesia, en la que los ancianos del pueblo atribuyen a una apuesta y en la que intervino el bandolero haciendo blanco.
De mozo era alto, delgado, de rostro moreno, y corta barba negra, sin duda nadie negaría que no tenga los mismos rasgos que sus padres.
Era muy dado a la bulla, le gusta el vino y, sobre todo, las mujeres, entre estas tiene un gran partido.
Desde muchacho dio muestras de gran ingenio, travesura y valentía.
Por eso su presencia infunde pavor.
Y el miedo de quienes le tratan, pues les consta
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CAPITULOIII


Sus amores

Hablaremos en este capitulo de sus amoríos ya que merece un espacio aparte en la historia de este bandolero.
Ya comentábamos en el anterior capitulo que de mozo era alto, delgado, de rostro moreno y corta barba negra, y que Tenia a su favor marcada preferencia hacia las mujeres, estas sin exagerar se lo disputaban.
Sobre todo por su fama y su constitución física, que era atlética y para ellas era lo más importante en sus eventuales amoríos.
Mas de una mocita cortijera, atraída por su buena planta y su fama de bravura, se le rinde.
Uno de sus primeros amores conocidos fue con Josefa Fernández Marín, paisana suya con quien contrajo matrimonio.
Es una joven alta, bien parecida y con un carácter parecido a Luis, quizás por esto, la relación dura poco tiempo.
Así lo recogió el famoso novelista y periodista Francés: Héctor France, quien recorriera tierras de nuestra provincia y publicara en 1888 un capitulo al bizco y su partida, haciendo de esta relación una verdadera joya expresiva.